Riesgo de colapso
Arbustales y herbazales parameros

Vulnerable

Descripción

Los arbustales y herbazales parameros son comunidades vegetales típicas de las zonas altoandinas por encima del límite de los bosques y el límite entre ambos depende de las condiciones locales de temperatura, la longitud de la estación seca y la masa relativa de las cadenas montañosas . Por ejemplo, para la cordillera de Mérida, Monasterio y Reyes (1980) reportan vegetación de páramo a 2.500 m. Por su parte, Azócar y Fariña (2003) definen el límite inferior de la formación en 3.000 m para las vertientes secas y 3.400 m para las húmedas. Es posible observar algunos parches reconocidos como vegetación paramoide a elevaciones menores que las señaladas para la cordillera de los Andes, tanto en las zonas más altas de la cordillera de la Costa como en el macizo de Chimantá, en Guayana . Esta formación se desarrolla en ambientes microtérmicos (< 9°C) que pueden ser secos o húmedos dependiendo de la vertiente de la montaña donde se encuentren, es decir, si están en sombra de lluvia o no.

Lo que usualmente se denomina vegetación paramera es un complejo mosaico de arbustales y herbazales (Foto 1 ) que varía ampliamente en su fisionomía y constitución florística. Suele estar conformado por una mezcla de rosetas acaulescentes perennes, cojines, graminoides en macolla (Foto 2 ), arbustos esclerófilos, rosetas acaulescentes gigantes y árboles bajos del género Polylepis .

La forma de crecimiento en roseta comprende los géneros Espeletia, Ruilopezia, Espeletiopsis y Coespeletia (Foto 3 ). Los graminoides en macolla están conformados por especies gramíneas de los géneros Poa, Agrostis, Muhlenbergia, la ciperácea Carex amicta y las iridáceas Sisyrinchium y Luzula. Por su parte, los cojines incluyen especies como Aciachne pulvinata, Werneria, Mona meridensis y Azorella julianii, entre otras. El grupo arbustivo comúnmente se encuentra conformado por los géneros Hypericum, Vaccinium, Draba y Hesperomeles. El género arbóreo que puede acompañar a esta formación se encuentra representado únicamente por Polylepis .

Distribución

Los herbazales y arbustales parameros ocupan alrededor de 2.420 km2 ( com. pers. E. Chacón, cit. Azócar y Fariñas (2003). En la investigación de 2010, el estimado fue de aproximadamente 4.117 km2, una cifra 70% mayor (Figura 1). Para inferir este valor de superficie se definió el límite inferior de los páramos tomando las curvas de nivel de 2.800 y 3.000 metros para la cordillera andina. Aunque ese límite es variable y depende de las condiciones locales, concuerda con los valores manejados por otros especialistas para estudios regionales . Si bien esto puede generar subestimaciones o sobreestimaciones en superficie, el método ofrece la ventaja de subsanar el efecto de las nubes que casi siempre están presentes en la región y obstaculizan la lectura de imágenes satelitales. El método compensa, también, las limitaciones que suelen enfrentarse en la obtención de imágenes por radar en zonas montañosas.

Los arbustales y herbazales parameros se distribuyen en la cordillera de Mérida desde el estado Lara, hasta el páramo El Tamá, ubicado en la frontera entre el estado Táchira y Colombia. También se encuentran en la Sierra de Perijá, donde el páramo comienza a los 2.800 m . No obstante, su distribución es fragmentada y su parche de mayor extensión está asociado al estado Mérida (Figura 1).

Como ya se mencionó, en la cordillera de la Costa, Central y Oriental, se reconoce la presencia de una comunidad vegetal que se ha llamado “subpáramo arbustivo costero” por sus llamativas afinidades florísticas con subpáramos andinos [Figura 1]. Esta unidad aparece alrededor de los 2.000 m en la cordillera de la Costa Central (El Ávila, silla de Caracas y pico Naiguatá) y a menor altitud, en la Cordillera de la Costa Oriental (cerro Turimiquire) .

Desde el punto de vista de paisaje, esta formación se encuentra restringida a las subregiones montañosas del norte de Venezuela (D1, D2, D42 y D43, D51) .


Arbustales y herbazales parameros - Distribución en 2010, Huber y Oliveira-Miranda (2010)

Cambios en la distribución

Superficie en 1988 (km2): 2,420
Superficie en 2010 (km2): 4,117
(Figuras 1a y 1b)

Riesgo de colapso a nivel nacional

Riesgo de colapso a nivel nacional: VULNERABLE
Grado de amenaza 2010:
(Figura 1c)

Cordillera de los Andes
En Peligro Crítico
En Peligro
Vulnerable


Cordillera de la Costa
En Peligro Crítico
En Peligro