Métodos
Método para la evaluación del
riesgo de colapso de los
ecosistemas terrestres de Venezuela

María A. Oliveira-Miranda, Otto Huber, Jon Paul Rodríguez, Franklin Rojas-Suárez, Rosa De Oliveira-Miranda, Mariana Hernández-Montilla, Sergio Zambrano-Martínez

El presente análisis se centra en las formaciones vegetales presentes en Venezuela para 2010, identificadas por Huber y Oliveira-Miranda . Su clasificación corresponde a las principales formas de crecimiento de la vegetación: arbórea, arbustiva y herbácea divididas a su vez en tipos, de acuerdo con sus características fisiológicas, topográficas y geográficas. Las formaciones arbóreas ocupan más de la mitad de la superficie terrestre de Venezuela (54%), mientras que las herbáceas abarcan 18% y las arbustivas 6%. Las áreas intervenidas alcanzan alrededor de 22% del territorio nacional.
Las formaciones vegetales de Venezuela tienen patrones de distribución diferentes a las unidades de paisaje y varias de ellas se encuentran en diversas áreas geográficas, algunas en forma continua y otras de manera claramente fragmentada. Estas dos condiciones, presencia en diferentes áreas geográficas y grado de continuidad, generan diferencias cualitativas y cuantitativas en términos de la composición de especies. Es por esto que una misma formación puede estar integrada por varios tipos específicos de vegetación o fitocenosis, en algunos con diferentes niveles de endemismo o de riqueza de especies, y muy particularmente, con diferencias en cuanto al grado de intervención que acusan.
En las siguientes secciones se analizan las características de cada tipo de formación vegetal, los cambios en su distribución en los últimos 20 años y su proyección hacia las próximas tres décadas, suponiendo que las condiciones permanecerán constantes hasta el año 2040. Este análisis permitirá identificar el riesgo de eliminación de estas formaciones vegetales y asignar la respectiva categoría de amenaza a nivel nacional y estadal . Los insumos básicos son el Mapa de Vegetación de Venezuela , y las Formaciones Vegetales de Venezuela para 2010 . No obstante, ha de tenerse en cuenta las grandes diferencias existentes entre las herramientas y métodos empleados para la elaboración de ambas obras. En la representación para 2010 de Huber y Oliveira-Miranda , el nivel de detalle y precisión de los datos (resolución espacial) es bastante superior que el disponible para 1988. A esta ventaja se suma el uso de sistemas de información geográfica, que actualmente permite la comparación e integración rápida y confiable de información proveniente de diferentes fuentes, así como la detección de elementos espaciales que anteriormente no podían ser procesados. En consecuencia, entre las dos representaciones de las formaciones vegetales utilizadas, existen variaciones que no sólo podrían deberse a procesos naturales o a cambios antrópicos de expansión o retracción en la superficie, sino a una mejor identificación de sus límites, y a la posibilidad técnica de detectar formaciones vegetales específicas en nuevas áreas geográficas. Por ello, en cada caso, es necesario analizar las diferencias en los estimados de superficie, a fin de comprender su significado y evaluar las posibles consecuencias.
Además de la extensión de cada formación vegetal, se consideró el grado de intervención. En Huber y Alarcón (1988) sólo se indican dos niveles: 1) sin información (o con un grado bajo) y 2) con intervención. Para 2010 se definieron inicialmente seis categorías, según características diferenciables en imágenes de satélite, de acuerdo al conocimiento de los autores o con base en la bibliografía existente: 1) información insuficiente o nivel bajo, 2) bajo a medio, 3) medio, 4) medio a alto, 5) alto y 6) muy alto. En un segundo paso de análisis esas categorías fueron reagrupadas en: 1) información insuficiente o bajo grado de intervención, 2) medio a alto y 3) muy alto. Por último, para fines comparativos entre las dos fechas, se emplearon los niveles disponibles en 1988.
La denominación de áreas intervenidas está asociada a localidades cuyos elementos característicos han sido prácticamente eliminados, es decir, en el cual el ecosistema como unidad ha sido transformado y donde, no obstante, es posible encontrar pequeños remanentes de las unidades vegetales originales, no cartografiables por la escala del análisis.
A nivel nacional, las áreas intervenidas aumentaron de 102.912 km2 a 189.147 km2, lo que representa un incremento de 84% de la superficie original y la eliminación de 9% de los ambientes vegetales del país (Figura 1 ). Los ambientes con diferentes grados de intervención pasaron de 149.493 km2 a 465.763 km2, de los cuales 72.663 km2 se encuentran, en 2010, en condiciones de alteración o modificación muy alta. Este cambio en la superficie nacional intervenida representa un aumento de 312%. Sólo la extensión con muy alto grado de intervención representa 71% de las áreas para 1988. Esto significa que 29% del territorio de Venezuela (261.810 km2) ha perdido las formaciones vegetales existentes en 1988 (Figura 1 ). La superficie en condición sin información o con bajo grado de intervención, en estos 20 años ha pasado de 72% a 28%.

Figura 1: Áreas intervenidas y grado de intervención de las formaciones vegetales naturales de Venezuela para 1988 y 2010. Fuente: Huber y Alarcón (1988), Huber y Oliveira-Miranda (2010).

Las causas de la intervención de la vegetación terrestre de Venezuela están relacionadas con las actividades económicas características de cada región. Al norte del país se concentra más de 70% de la población, y los principales cambios en el uso de la tierra han estado marcados por la urbanización y las actividades agropecuarias, y en segundo término por actividades extractivas como la explotación forestal, petrolera y minera, entre otras . La construcción de presas y embalses y la instalación de poliductos y líneas de transmisión, también han generado modificaciones que inicialmente tienen un impacto local, pero que motivan la sucesiva construcción de redes viales e infraestructura necesaria para la penetración humana, sentando así las bases para la fragmentación y degradación del hábitat. En algunos casos, estas actividades han causado el inicio de procesos de desertificación y degradación que afectan el funcionamiento y la permanencia de los ecosistemas .
En lo que respecta a la extracción minera, su impacto sobre la vegetación puede ser directo si ocurre la remoción de las capas superiores del suelo, o indirecto si es consecuencia de la contaminación. Los métodos del presente análisis son sensibles primordialmente a transformaciones del paisaje en ámbitos geográficos amplios, detectables con sensores remotos, como la minería a cielo abierto de carbón (Figura 2 ), la minería de bauxita, la actividad forestal industrial (Figura 3 , Figura 4 ), el desarrollo de camaroneras y la extracción industrial de sal (Figura 5 ), la extracción extensiva de arena y otros materiales de construcción (Foto 1 ). Es importante señalar que existen cambios que tienden a ser subestimados en las imágenes satelitales, por ocupar menores extensiones o impactar de manera menos abrupta la fisionomía vegetal. En esos casos, aunque se mantienen árboles con copas altas y de gran tamaño, los cambios son igualmente relevantes, y en este sentido se puede mencionar las actividades petroleras, la actividad pecuaria en ambientes de sabanas (Foto 2 ), la tala para cultivos en laderas de montañas (Foto 3 ), la sustitución de bosques por siembras de palmas (Foto 4 ) o la minería ilegal de oro y diamante (Foto 5 ). Esto quiere decir que los estimados de riesgo presentados en esta publicación seguramente serán conservadores, y por ello reflejen el nivel mínimo de riesgo al que están expuestos los ecosistemas.

Figura 2: Extracción de carbón en el noreste del estado Zulia como una actividad que elimina la cobertura vegetal. Imágenes Landsat, años 1986, sensor TM y 2001, sensor ETM+ (bandas 4,5,2). Para 2001 se aprecia la eliminación completa de cobertura vegetal y la intensificación de las actividades agropecuarias.


Figura 3: Eliminación de la cobertura vegetal en la Reserva Forestal de Caparo entre 1988 y 2001. Imágenes de satélite Landsat, sensores TM y ETM+, respectivamente (bandas 4,5,2).


Figura 4: Eliminación de la cobertura vegetal en la Reserva Forestal de Ticoporo entre 1988 y 2001. Imágenes de satélite Landsat, sensores TM y ETM+, respectivamente (bandas 4,5,2).


Figura 5: La producción de alimentos mediante la acuicultura y la extracción industrial de sal pueden generar modificaciones del espacio que inciden en la dinámica natural de diversos tipos de vegetación, como se aprecia cerca de los linderos del Refugio de Fauna Silvestre Ciénaga Los Olivitos, al este de la boca del lago de Maracaibo, estado Zulia. Imágenes de satélite Landsat, sensores TM y ETM+, respectivamente (bandas 4,5,2).

La declaración de áreas protegidas, originalmente conocidas como Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE), ha sido una de las principales estrategias empleadas en Venezuela para proteger los ecosistemas, aprovechar de manera sostenible la biodiversidad que ellos albergan y resguardar sus suelos y aguas . Existen numerosos tipos de ABRAE, desde aquéllas eminentemente protectoras, donde los usos humanos extractivos están prohibidos o limitados, hasta áreas que se preservan con la finalidad de mantener sus condiciones privilegiadas para el uso agrícola o como reservorio de agua, flora o fauna (Tabla 1).
El último elemento a considerar para el análisis del riesgo de eliminación de las formaciones vegetales de Venezuela fue la cuantificación del grado de protección a la biodiversidad que brindan las ABRAE de conservación (Figura 6 ) y las ABRAE reservadas para usos posteriores (Figura 7 ). Según los cálculos de superficie, aproximadamente 24% del territorio venezolano está incluido en áreas protegidas dedicadas principalmente a la conservación (se consideraron las reservas de biosfera), y cerca de 28% se encuentra en áreas reservadas para la explotación, cálculo resultante al excluir la superficie que se solapa o se superpone con las ABRAE de conservación.
El análisis del riesgo de eliminación de las formaciones vegetales de Venezuela inicia con los bosques y finaliza con las formaciones de tipo herbáceo.

Figura 6: Representación de las áreas de protección con fines prioritarios de conservación de la biodiversidad, elaborado por Zambrano-Martínez y Oliveira-Miranda 2010


Tabla Figura 6. Áreas de protección con fines prioritarios de conservación de la biodiversidad
CÓDIGO NOMBRE UBICACIÓN GEOGRÁFICA CÓDIGO NOMBRE UBICACIÓN GEOGRÁFICA
PN-1 Henri Pittier Aragua-Carabobo MN-1 Alejandro de Humboldt Cueva del Guácharo Monagas
PN-2 Sierra Nevada Barinas-Mérida MN-2 Arístides Rojas Morros de San Juan Guárico
PN-3 Guatopo Guárico-Miranda MN-3 María Lionza Yaracuy
PN-4 Guaraira Repano Dtto Capital-Miranda MN-4 Cerro Santa Ana Falcón
PN-5 Yurubí Yaracuy MN-5 Laguna de Las Marites Nueva Esparta
PN-6 Canaima Bolívar MN-6 Las Tetas de María Guevara Nueva Esparta
PN-7 Yacambú Lara MN-7 Cerros Matasiete y Guayamurí Nueva Esparta
PN-8 Cueva de la Quebrada El Toro Falcón MN-8 Piedra El Cocuy Amazonas
PN-9 Archipiélago Los Roques Dependencias Federales MN-9 Cerro Autana Amazonas
PN-10 Macanao Dtto Capital Miranda MN-10 Morros de Macaira Guárico
PN-11 Mochima Anzoátegui Sucre MN-11 Cueva de Alfredo Jahn Miranda
PN-12 Laguna de La Restinga Nueva Esparta MN-12 Laguna de Urao Mérida
PN-13 Médanos de Coro Falcón MN-13 Chorrera Las González Mérida
PN-14 Laguna de Tacarigua Miranda MN-14 Cerro Platillón Juan Germán Roscio Guárico
PN-15 Cerro El Copey Nueva Esparta MN-15 Loma de León Lara
PN-16 Aguaro Guariquito Guárico MN-16.1 Cerro Camani y Cerro Morrocoy Amazonas
PN-17 Morrocoy Falcón MN-16.2 Cerro Guanay Amazonas Bolívar
PN-18 El Guácharo Monagas Sucre MN-16.3 Cerro Tamacuari Serranía Tapirapeco Amazonas
PN-19 Terepaima Lara Portuguesa MN-16.4 Cerro Vinilla y Cerro Aratitiyope Amazonas
PN-20 Jaua-Sarisariñama Bolívar MN-16.5 Cerro Yavi Amazonas
PN-21 Serranía La Neblina Amazonas MN-16.6 Macizo Cuao - Sipapo y Cerro Moriche Amazonas
PN-22 Yapacana Amazonas MN-16.7 Macizo Paru - Euaja Amazonas
PN-23 Duida Marahuaca Amazonas MN-16.8 Sierra Unturán Amazonas
PN-24 Península de Paria Sucre MN-16.9 Serranía Yutajé/Coro-Coro Amazonas-Bolívar
PN-25 Sierra de Perijá Zulia MN-16.10 Cadena de Tepuyes Orientales Bolívar
PN-26 El Tamá Táchira Apure MN-16.11 Cerro Guaiquinima Bolívar
PN-27 José Miguel Sanz (San Esteban) Carabobo MN-16.12 Cerro Ichum y Cerro Guanacoco Bolívar
PN-28 Juan Crisóstomo Falcón
(Sierra de San Luis)
Falcón MN-16.13 Sierra Maigualida Amazonas-Bolívar
PN-29 Cinaruco - Capanaparo (Santos Luzardo) Apure MN-16.14 Sierra Marutaní Bolívar
PN-30 General Cruz Carrillo (Páramo Guaramacal) Portuguesa-Tujillo MN-16.15 Cerro Venamo Bolívar
PN-31 Dinira Lara Portuguesa MN-17 Pico Codazzi Aragua
PN-32 Gral. Juan Pablo Peñaloza en los
Páramos Batallón y La Negra Mérida
Táchira MN-18 Abra Río Frío Táchira
PN-33 Cerro Saroche Lara MN-19.1 Piedra La Tortuga Amazonas
PN-34 Sierra de la Culata Mérida Tujillo MN-19.2 Piedra Pintada Amazonas
PN-35 Chorro El Indio (Dr. Amenodoro Rangel Lamus) Táchira MN-20 Meseta La Galera Mérida
PN-36 Ciénagas de Juan Manuel Zulia MN-21 Teta de Niquitao - Güirigay Barinas-Trujillo-Mérida
PN-37 Delta del Orinoco Delta Amacuro RFS-1 Cuare Falcón
PN-38 Turuépano Sucre RFS-2 Estero de Chiriguare Barinas-Portuguesa
PN-39 Parima Tapirapeco Amazonas RFS-3 Ciénaga Los Olivitos Zulia
PN-40 Rio Viejo – San Camilo Apure RFS-4 Caño Guaritico Apure
PN-41 Tirgua (Gral. Manuel Manrique) Cojedes Yaracuy RFS-5 De la Tortuga Arrau Bolívar Apure
PN-42 El Guache Lara Portuguesa RFS-6 Laguna Boca de Caño Falcón
PN-43 Tapo Caparo Barinas-Mérida-Táchira RB-1 Delta del Orinoco Delta Amacuro
RB-2 Alto Orinoco-Casiquiare Amazonas

Figura 7: Representación de las áreas de protección con fines de uso potencial, elaborado por Zambrano-Martínez y Oliveira-Miranda 2010

Tabla Figura 7. Áreas de protección con fines de uso potencial
CÓDIGO NOMBRE UBICACIÓN GEOGRÁFICA CÓDIGO NOMBRE UBICACIÓN GEOGRÁFICA
AB-1 Páramo Las Lajas Táchira ARDI-1 Valle de Quíbor Lara
AB-2 Márgenes del Río Güere Anzoátegui ARDI-2 Piedemonte Andino (Guanare - Masparro) Portuguesa-Barinas
AB-3 Ríos Arauca Güere Anzoátegui ARDI-3 Valle del Río Guarapiche Monagas
AB-4 Achaguas Apure ARDI-4 Valle del Río Aroa Falcón-Yaracuy-Lara
AB-5 El Yagual Apure ARDI-5 Valle de Atamo Nueva Esparta
AB-6 Río Arichuna Apure RF-1 Isla Cubagua Nueva Esparta
AB-7 San Fernando Apure RF-2 Turén Portuguesa
AB-8 Barbacas Aragua Guárico RF-3 Ticoporo Barinas
AB-9 La Danta Barinas RF-4 San Camilo Apure
AB-10 Río Apure - Caparo Barinas RF-5 Caparo Barinas
AB-11 Santo Domingo Barinas RF-6 Guarapiche Monagas
AB-12 El Clavo Barinas-Portuguesa RF-7 Imataca Bolívar-Delta Amacuro
AB-13 Piedemonte Portuguesa Barinas-Portuguesa RF-8 Sipapo Amazonas
AB-14 Chivapure - Cuchivero Bolívar RF-9 El Caura Bolívar
AB-15 El Chocó Bolívar RF-10 La Paragua Bolívar
AB-16 San Francisco de la Paragua Bolivar RF-11 Río Tocuyo Falcón-Yaracuy
AB-17 El Amparo Cojedes RNH-1 Río Icabarú Bolívar
AB-18 El Baúl - Corralito Cojedes RNH-2 Valle de Quíbor Lara
AB-19 Libertad Cojedes RNH-3 Piedemonte Andino(Guanare – Masparro) Barinas-Portuguesa
AB-20 Pueblito Cojedes Guárico RNH-4 Burro Negro Zulia
AB-21 Merejina Delta Amacuro RNH-5 Zona Sur del Lago de Maracaibo Táchira-Zulia-Mérida
AB-22 Pedernales Delta Amacuro RNH-6 Distritos Maturín, Cedeño, Acosta, Piar Monagas
AB-23 Río Los Remedios Falcón RNH-7 Río Pedregal Falcón
AB-24 Río Maticora y Cocuiza Falcón RNH-8 Río Sanchón Carabobo
AB-25 Río Tucurere Falcón RNH-9 Río Capravera Anzoátegui
AB-26 Caño Caballo Guárico RNH-10 Distrito Páez del Estado Apure Apure
AB-27 Márgenes del Río Guárico Guárico RNH-11 Páramo Las Lajas Táchira
AB-28 Río Orituco Guárico RNH-12 Aguas Calientes Táchira-Zulia
AB-29 Tiznados Guárico RNH-13 Cerro Machado - El Silencio Táchira
AB-30 Nirgua - Aroa Yaracuy-Lara RNH-14 San Pedro del Río Táchira
AB-31 Río Guanipa Monagas ZAA-1 Valle del Río Turbio Lara
AB-32 Botucal Portuguesa ZAA-2 La Peribeca Táchira
AB-33 Delgadito Portuguesa ZAA-3 Distrito Mara Zulia
AB-34 Río Guanare Viejo Portuguesa ZAA-4 Depresión Turbio - Yaracuy Lara-Yaracuy
AB-35 Río Aricuaisa Zulia ZAA-5 Barlovento Miranda
AB-36 Río Tarra Zulia ZAA-6 Depresión de Quíbor Lara
AB-37 Río Tucuco Zulia ZRCE-1 Embalse La Corcovada Anzoátegui
AB-38 Santa Rosa Zulia ZRCE-2 Represa Botalón Anzoátegui
AB-39 Cerro Machado - El Silencio Táchira ZP-1 Mitar Nakichenovich Portuguesa
ACPT-1 Mesa de Guanipa Anzoátegui-Monagas ZP-2 Área Metropolitana de Caracas Dtto. Capital-Miranda
ACPT-2 Acuífero de Calabozo Guárico ZP-3 Río Albarregas Mérida
ACPT-3 Río Albarregas Mérida ZP-4 Cuenca de la Quebrada La Machiri Táchira
ACPT-4 Cuenca del Lago de Valencia Aragua-Carabobo ZP-5 San Rafael de Guasar Zulia
ACPT-5 Cuenca del Lago de Maracaibo Zulia ZP-6 Río Yacambú Lara
ACPT-6 Páramo de Viriguaca Mérida-Táchira ZP-7 Macizo Montañoso Anzoátegui del Turimiquire Monagas-Sucre
ACPT-7 Cuenca del Río Tuy Aragua-Dtto. Capital-Miranda ZP-8 Cuenca Alta y Media del Río Pao Cojedes
APOP-1 Embalse del Río Morón Carabobo ZP-9 Cuenca Alta de los Ríos Maticora y Cocuiza Falcón
APOP-2 Carretera San Cristóbal Táchira
APRA-1 Península de la Cabrera Carabobo
APRA-2 Ribera del Lago de Valencia Carabobo
APRA-3 Vertiente Norte - Estado Vargas Vargas

Tabla 1. Ejemplos de la diversidad de áreas protegidas en Venezuela (Figura 6 )
Áreas protegidas de conservación de biodiversidad

Parques Nacionales: áreas que destacan por su belleza escénica natural y/o por la presencia de flora y fauna de importancia nacional.
Refugios de Fauna Silvestre: zonas destinadas para la protección, conservación y propagación de animales silvestres, principalmente especies amenazadas residentes o migratorias.
Santuarios de Fauna Silvestre: zonas con alta concentración de animales inusuales o poco comunes, de interés para la recreación y el turismo.
Monumentos Naturales: regiones y objetos naturales de interés estético o de valor históricos o científico. Contienen formaciones geológicas extraordinarias y paisajes de singular belleza.
Reservas de Biosfera: áreas mixtas de conservación y manejo. A sus rasgos naturales de alto valor científico y biológico se suma la presencia de poblaciones locales caracterizadas por modos de vida compatibles con el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales.
Áreas protegidas de conservación y manejo
de recursos naturales
Zonas Protectoras:
1. Área con un radio de 200 m, que incluye desde un manantial o el nacimiento de una corriente de agua.
2. Área con un ancho mínimo de 300 m en ambos lados y en paralelo a las filas de las montañas y a los bordes inclinados de las mesetas.
3. Área con un ancho mínimo de 60 m en ambas márgenes de los ríos navegables y de 25 m para los cursos no navegables permanentes o intermitentes.
Reservas Forestales: macizos boscosos indispensables para la industria maderera nacional.
Reservas de Fauna Silvestre: zonas para el desarrollo de programas de ordenación y manejo de poblaciones de animales silvestres, que aseguren su producción para la caza o contribuyan a cualquier otra forma de aprovechamiento.
Áreas de Manejo Integral de Recursos Naturales:
1. Zonas de Reserva para la Construcción de Presas y Embalses: áreas que se consideren idóneas para la construcción de presas y embalses.
2. Zonas de Aprovechamiento Agrícola: áreas que deben ser resguardadas para su explotación agrícola.
Áreas Rurales de Desarrollo Integrado: zonas sometidas a una estrategia de desarrollo agrario que combine la participación de las entidades públicas y la población rural organizada.
Áreas de Protección y Recuperación Ambiental: zonas que requieren de un plan de manejo para corregir procesos de degradación naturales o causados por humanos.
Reservas Nacionales Hidráulicas: territorios en los cuales yacen cuerpos de agua que requieran un régimen de administración especial.
Áreas de Protección de Obras Públicas: zonas de influencia de las construcciones públicas.
Áreas Críticas con Prioridad de Tratamiento: espacios que por sus condiciones ecológicas, requieren ser sometidas con carácter prioritario a un plan de manejo, ordenación y protección.
Áreas Boscosas: zonas de bosques altos, primarios o secundarios, que existen en el territorio nacional

Bibliografía