Método para la evaluación del riesgo de colapso de los ecosistemas terrestres de Venezuela
Cita: Oliveira-Miranda, M.A., O. Huber, J.P. Rodríguez, F. Rojas-Suárez, R. De Oliveira-Miranda & S. Zambrano-Martínez (eds.) (2010). Riesgo de eliminación de los ecosistemas terrestres de Venezuela. Método para la evaluación del riesgo de colapso de los ecosistemas terrestres de Venezuela. Pp: 109-123. En: J.P. Rodríguez, F. Rojas- Suárez & D. Giraldo Hernández (eds.). Libro Rojo de los Ecosistemas Terrestres de Venezuela. Provita, Shell Venezuela, Lenovo (Venezuela). Caracas: Venezuela. Pp: 109-123
María A. Oliveira-Miranda, Otto Huber, Jon Paul Rodríguez, Franklin Rojas-Suárez, Rosa De Oliveira-Miranda, Mariana Hernández-Montilla, Sergio Zambrano-Martínez
Foto: Vista panorámica de Lagunillas, estado Mérida. Leonardo Ruíz-Díaz
Huber, O. & M.A. Oliveira-Miranda (2010). Ambientes terrestres de Venezuela. Pp: 29-89. En: J.P. Rodríguez, F. Rojas-Suárez & D. Giraldo Hernández (eds.). Libro Rojo de los Ecosistemas Terrestres de Venezuela. Provita, Shell Venezuela, Lenovo (Venezuela). Caracas: Venezuela.
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. Su clasificación corresponde a las principales formas de crecimiento de la vegetación: arbórea, arbustiva y herbácea divididas a su vez en tipos, de acuerdo con sus características fisiológicas, topográficas y geográficas. Las formaciones arbóreas ocupan más de la mitad de la superficie terrestre de Venezuela (54%), mientras que las herbáceas abarcan 18% y las arbustivas 6%. Las áreas intervenidas alcanzan alrededor de 22% del territorio nacional.
Las formaciones vegetales de Venezuela tienen patrones de distribución diferentes a las unidades de paisaje
Huber, O. & M.A. Oliveira-Miranda (2010). Ambientes terrestres de Venezuela. Pp: 29-89. En: J.P. Rodríguez, F. Rojas-Suárez & D. Giraldo Hernández (eds.). Libro Rojo de los Ecosistemas Terrestres de Venezuela. Provita, Shell Venezuela, Lenovo (Venezuela). Caracas: Venezuela.
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y varias de ellas se encuentran en diversas áreas geográficas, algunas en forma continua y otras de manera claramente fragmentada. Estas dos condiciones, presencia en diferentes áreas geográficas y grado de continuidad, generan diferencias cualitativas y cuantitativas en términos de la composición de especies. Es por esto que una misma formación puede estar integrada por varios tipos específicos de vegetación o fitocenosis, en algunos con diferentes niveles de endemismo o de riqueza de especies, y muy particularmente, con diferencias en cuanto al grado de intervención que acusan.
En las siguientes secciones se analizan las características de cada tipo de formación vegetal, los cambios en su distribución en los últimos 20 años y su proyección hacia las próximas tres décadas, suponiendo que las condiciones permanecerán constantes hasta el año 2040. Este análisis permitirá identificar el riesgo de eliminación de estas formaciones vegetales y asignar la respectiva categoría de amenaza a nivel nacional y estadal
Rodríguez, J.P., K. Rodríguez-Clark, J.E. M. Baillie, N. Ash, J. Benson, T. Boucher, C. Brown, N.D. Burgess, B. Collen, M. Jennings, D.A. Keith, E. Nicholson, C. Revenga, B. Reyers, M. Rouget, T. Smith, M. Spalding, A. Taber, M. Walpole, I. Zager & T. Zamin (2011). Definición de Categorías de UICN para Ecosistemas Amenazados. Conservation Biology 25: [doi: 10.1111/j.1523-1739.2010.1598].
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Rodríguez, J.P., K.M. Rodríguez-Clark & M. Assmüssen (2010). Categorías y criterios de las listas rojas de ecosistemas. Pp: 93-105. En: J.P. Rodríguez, F. Rojas-Suárez & D. Giraldo Hernández (eds.). Libro Rojo de los Ecosistemas Terrestres de Venezuela. Provita, Shell Venezuela, Lenovo (Venezuela). Caracas: Venezuela.
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. Los insumos básicos son el Mapa de Vegetación de Venezuela
Huber, O. & C. Alarcón (1988). Mapa de vegetación de Venezuela 1:2.000.000. The Nature Conservancy, MARNR. Oscar Todtmann Editores: Caracas. 233 Riesgo de eliminación de los ecosistemas terrestres de Venezuela III
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, y las Formaciones Vegetales de Venezuela para 2010
Huber, O. & M.A. Oliveira-Miranda (2010). Ambientes terrestres de Venezuela. Pp: 29-89. En: J.P. Rodríguez, F. Rojas-Suárez & D. Giraldo Hernández (eds.). Libro Rojo de los Ecosistemas Terrestres de Venezuela. Provita, Shell Venezuela, Lenovo (Venezuela). Caracas: Venezuela.
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. No obstante, ha de tenerse en cuenta las grandes diferencias existentes entre las herramientas y métodos empleados para la elaboración de ambas obras. En la representación para 2010 de Huber y Oliveira-Miranda
Huber, O. & M.A. Oliveira-Miranda (2010). Ambientes terrestres de Venezuela. Pp: 29-89. En: J.P. Rodríguez, F. Rojas-Suárez & D. Giraldo Hernández (eds.). Libro Rojo de los Ecosistemas Terrestres de Venezuela. Provita, Shell Venezuela, Lenovo (Venezuela). Caracas: Venezuela.
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, el nivel de detalle y precisión de los datos (resolución espacial) es bastante superior que el disponible para 1988. A esta ventaja se suma el uso de sistemas de información geográfica, que actualmente permite la comparación e integración rápida y confiable de información proveniente de diferentes fuentes, así como la detección de elementos espaciales que anteriormente no podían ser procesados. En consecuencia, entre las dos representaciones de las formaciones vegetales utilizadas, existen variaciones que no sólo podrían deberse a procesos naturales o a cambios antrópicos de expansión o retracción en la superficie, sino a una mejor identificación de sus límites, y a la posibilidad técnica de detectar formaciones vegetales específicas en nuevas áreas geográficas. Por ello, en cada caso, es necesario analizar las diferencias en los estimados de superficie, a fin de comprender su significado y evaluar las posibles consecuencias.
Además de la extensión de cada formación vegetal, se consideró el grado de intervención. En Huber y Alarcón (1988) sólo se indican dos niveles: 1) sin información (o con un grado bajo) y 2) con intervención. Para 2010 se definieron inicialmente seis categorías, según características diferenciables en imágenes de satélite, de acuerdo al conocimiento de los autores o con base en la bibliografía existente: 1) información insuficiente o nivel bajo, 2) bajo a medio, 3) medio, 4) medio a alto, 5) alto y 6) muy alto. En un segundo paso de análisis esas categorías fueron reagrupadas en: 1) información insuficiente o bajo grado de intervención, 2) medio a alto y 3) muy alto. Por último, para fines comparativos entre las dos fechas, se emplearon los niveles disponibles en 1988.
La denominación de áreas intervenidas está asociada a localidades cuyos elementos característicos han sido prácticamente eliminados, es decir, en el cual el ecosistema como unidad ha sido transformado y donde, no obstante, es posible encontrar pequeños remanentes de las unidades vegetales originales, no cartografiables por la escala del análisis.
A nivel nacional, las áreas intervenidas aumentaron de 102.912 km2 a 189.147 km2, lo que representa un incremento de 84% de la superficie original y la eliminación de 9% de los ambientes vegetales del país (Figura 1 ). Los ambientes con diferentes grados de intervención pasaron de 149.493 km2 a 465.763 km2, de los cuales 72.663 km2 se encuentran, en 2010, en condiciones de alteración o modificación muy alta. Este cambio en la superficie nacional intervenida representa un aumento de 312%. Sólo la extensión con muy alto grado de intervención representa 71% de las áreas para 1988. Esto significa que 29% del territorio de Venezuela (261.810 km2) ha perdido las formaciones vegetales existentes en 1988 (Figura 1 ). La superficie en condición sin información o con bajo grado de intervención, en estos 20 años ha pasado de 72% a 28%.
Figura 1: Áreas intervenidas y grado de intervención de las formaciones vegetales naturales de Venezuela para 1988 y 2010. Fuente: Huber y Alarcón (1988), Huber y Oliveira-Miranda (2010).
Las causas de la intervención de la vegetación terrestre de Venezuela están relacionadas con las actividades económicas características de cada región. Al norte del país se concentra más de 70% de la población, y los principales cambios en el uso de la tierra han estado marcados por la urbanización y las actividades agropecuarias, y en segundo término por actividades extractivas como la explotación forestal, petrolera y minera, entre otras
Bisbal, F.J. (1988). Impacto humano sobre los hábitats de Venezuela. Interciencia 13(5): 226-232.
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PDVSA (1992). Imagen de Venezuela. Una Visión Espacial. Petróleos de Venezuela, S.A.: Caracas, Venezuela. 271 pp.
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Plonczak, M. (1998). Tipos de bosque y su presión de uso en Venezuela. Quebracho 6: 69-74.
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. La construcción de presas y embalses y la instalación de poliductos y líneas de transmisión, también han generado modificaciones que inicialmente tienen un impacto local, pero que motivan la sucesiva construcción de redes viales e infraestructura necesaria para la penetración humana, sentando así las bases para la fragmentación y degradación del hábitat. En algunos casos, estas actividades han causado el inicio de procesos de desertificación y degradación que afectan el funcionamiento y la permanencia de los ecosistemas
Riveros Caballero, M., L.E. Sánchez & J. Paolini (eds.) (2007). Memoria Taller Binacional y Regional Sobre Desertificación. Ediciones IVIC (Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas): Caracas, Venezuela. 150 pp.
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.
En lo que respecta a la extracción minera, su impacto sobre la vegetación puede ser directo si ocurre la remoción de las capas superiores del suelo, o indirecto si es consecuencia de la contaminación. Los métodos del presente análisis son sensibles primordialmente a transformaciones del paisaje en ámbitos geográficos amplios, detectables con sensores remotos, como la minería a cielo abierto de carbón (Figura 2 ), la minería de bauxita, la actividad forestal industrial (Figura 3 , Figura 4 ), el desarrollo de camaroneras y la extracción industrial de sal (Figura 5 ), la extracción extensiva de arena y otros materiales de construcción (Foto 1
Foto 1: Extracción de arena para actividades de construcción en la Isla de Margarita, estado Nueva Esparta. Franklin Rojas-Suárez
). Es importante señalar que existen cambios que tienden a ser subestimados en las imágenes satelitales, por ocupar menores extensiones o impactar de manera menos abrupta la fisionomía vegetal. En esos casos, aunque se mantienen árboles con copas altas y de gran tamaño, los cambios son igualmente relevantes, y en este sentido se puede mencionar las actividades petroleras, la actividad pecuaria en ambientes de sabanas (Foto 2
Foto 2: Ganadería y actividad petrolera en el estado Anzoátegui. Mariana Hernández-Montilla
), la tala para cultivos en laderas de montañas (Foto 3
Foto 3: Eliminación de bosques con fines agropecuarios en las inmediaciones de Piedra Cachimbo, cerca del Monumento Nacional Pico Codazzi. Giuseppe Colonnel
), la sustitución de bosques por siembras de palmas (Foto 4
Foto 4: Plantaciones de palma africana al sur Lago de Maracaibo, estado Zulia. Giuseppe Colonnello
Foto 5: Extracción de oro sin eliminación del dosel, estado Bolívar. Sergio Zambrano-Martínez
). Esto quiere decir que los estimados de riesgo presentados en esta publicación seguramente serán conservadores, y por ello reflejen el nivel mínimo de riesgo al que están expuestos los ecosistemas.
Figura 2: Extracción de carbón en el noreste del estado Zulia como una actividad que elimina la cobertura vegetal. Imágenes Landsat, años 1986, sensor TM y 2001, sensor ETM+ (bandas 4,5,2). Para 2001 se aprecia la eliminación completa de cobertura vegetal y la intensificación de las actividades agropecuarias.
Figura 3: Eliminación de la cobertura vegetal en la Reserva Forestal de Caparo entre 1988 y 2001. Imágenes de satélite Landsat, sensores TM y ETM+, respectivamente (bandas 4,5,2).
Figura 4: Eliminación de la cobertura vegetal en la Reserva Forestal de Ticoporo entre 1988 y 2001. Imágenes de satélite Landsat, sensores TM y ETM+, respectivamente (bandas 4,5,2).
Figura 5: La producción de alimentos mediante la acuicultura y la extracción industrial de sal pueden generar modificaciones del espacio que inciden en la dinámica natural de diversos tipos de vegetación, como se aprecia cerca de los linderos del Refugio de Fauna Silvestre Ciénaga Los Olivitos, al este de la boca del lago de Maracaibo, estado Zulia. Imágenes de satélite Landsat, sensores TM y ETM+, respectivamente (bandas 4,5,2).
La declaración de áreas protegidas, originalmente conocidas como Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE), ha sido una de las principales estrategias empleadas en Venezuela para proteger los ecosistemas, aprovechar de manera sostenible la biodiversidad que ellos albergan y resguardar sus suelos y aguas
Bevilacqua, M., L. Cárdenas & D.A. Medina (2006a). Las Áreas Protegidas de Venezuela: Diagnóstico de su Condición, 1993-2004. Asociación Venezolana para la Conservación de Áreas Naturales (ACOANA), Conservación Internacional Venezuela (CI), Fundación Empresas Polar, Comité Venezolano de la Unión Mundial para la Naturaleza Venezuela (UICN): Caracas. 165 pp.
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Naveda, J.A. & E. Yerena (2010). Sistema de Parques Nacionales de Venezuela: una evaluación aproximada de su situación actual. Pp. 225-246. En: A. Machado-Allison (ed.). Simposio Investigación y Manejo de Fauna Silvestre en Venezuela en homenaje al Dr. Juhani Ojasti. Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, Embajada de Finlandia en la República Bolivariana de Venezuela: Caracas, Venezuela.
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. Existen numerosos tipos de ABRAE, desde aquéllas eminentemente protectoras, donde los usos humanos extractivos están prohibidos o limitados, hasta áreas que se preservan con la finalidad de mantener sus condiciones privilegiadas para el uso agrícola o como reservorio de agua, flora o fauna (Tabla 1).
El último elemento a considerar para el análisis del riesgo de eliminación de las formaciones vegetales de Venezuela fue la cuantificación del grado de protección a la biodiversidad que brindan las ABRAE de conservación (Figura 6 ) y las ABRAE reservadas para usos posteriores (Figura 7 ). Según los cálculos de superficie, aproximadamente 24% del territorio venezolano está incluido en áreas protegidas dedicadas principalmente a la conservación (se consideraron las reservas de biosfera), y cerca de 28% se encuentra en áreas reservadas para la explotación, cálculo resultante al excluir la superficie que se solapa o se superpone con las ABRAE de conservación.
El análisis del riesgo de eliminación de las formaciones vegetales de Venezuela inicia con los bosques y finaliza con las formaciones de tipo herbáceo.
Figura 6: Representación de las áreas de protección con fines prioritarios de conservación de la biodiversidad, elaborado por Zambrano-Martínez y Oliveira-Miranda 2010
Tabla Figura 6. Áreas de protección con fines prioritarios de conservación de la biodiversidad
CÓDIGO
NOMBRE
UBICACIÓN GEOGRÁFICA
CÓDIGO
NOMBRE
UBICACIÓN GEOGRÁFICA
PN-1
Henri Pittier
Aragua-Carabobo
MN-1
Alejandro de Humboldt Cueva del Guácharo
Monagas
PN-2
Sierra Nevada
Barinas-Mérida
MN-2
Arístides Rojas Morros de San Juan
Guárico
PN-3
Guatopo
Guárico-Miranda
MN-3
María Lionza
Yaracuy
PN-4
Guaraira Repano
Dtto Capital-Miranda
MN-4
Cerro Santa Ana
Falcón
PN-5
Yurubí
Yaracuy
MN-5
Laguna de Las Marites
Nueva Esparta
PN-6
Canaima
Bolívar
MN-6
Las Tetas de María Guevara
Nueva Esparta
PN-7
Yacambú
Lara
MN-7
Cerros Matasiete y Guayamurí
Nueva Esparta
PN-8
Cueva de la Quebrada El Toro
Falcón
MN-8
Piedra El Cocuy
Amazonas
PN-9
Archipiélago Los Roques
Dependencias Federales
MN-9
Cerro Autana
Amazonas
PN-10
Macanao Dtto Capital
Miranda
MN-10
Morros de Macaira
Guárico
PN-11
Mochima Anzoátegui
Sucre
MN-11
Cueva de Alfredo Jahn
Miranda
PN-12
Laguna de La Restinga
Nueva Esparta
MN-12
Laguna de Urao
Mérida
PN-13
Médanos de Coro
Falcón
MN-13
Chorrera Las González
Mérida
PN-14
Laguna de Tacarigua
Miranda
MN-14
Cerro Platillón Juan Germán Roscio
Guárico
PN-15
Cerro El Copey
Nueva Esparta
MN-15
Loma de León
Lara
PN-16
Aguaro
Guariquito Guárico
MN-16.1
Cerro Camani y Cerro Morrocoy
Amazonas
PN-17
Morrocoy
Falcón
MN-16.2
Cerro Guanay Amazonas
Bolívar
PN-18
El Guácharo Monagas
Sucre
MN-16.3
Cerro Tamacuari Serranía Tapirapeco
Amazonas
PN-19
Terepaima Lara
Portuguesa
MN-16.4
Cerro Vinilla y Cerro Aratitiyope
Amazonas
PN-20
Jaua-Sarisariñama
Bolívar
MN-16.5
Cerro Yavi
Amazonas
PN-21
Serranía La Neblina
Amazonas
MN-16.6
Macizo Cuao - Sipapo y Cerro Moriche
Amazonas
PN-22
Yapacana
Amazonas
MN-16.7
Macizo Paru - Euaja
Amazonas
PN-23
Duida Marahuaca
Amazonas
MN-16.8
Sierra Unturán
Amazonas
PN-24
Península de Paria
Sucre
MN-16.9
Serranía Yutajé/Coro-Coro
Amazonas-Bolívar
PN-25
Sierra de Perijá
Zulia
MN-16.10
Cadena de Tepuyes Orientales
Bolívar
PN-26
El Tamá Táchira
Apure
MN-16.11
Cerro Guaiquinima
Bolívar
PN-27
José Miguel Sanz (San Esteban)
Carabobo
MN-16.12
Cerro Ichum y Cerro Guanacoco
Bolívar
PN-28
Juan Crisóstomo Falcón (Sierra de San Luis)
Falcón
MN-16.13
Sierra Maigualida
Amazonas-Bolívar
PN-29
Cinaruco - Capanaparo (Santos Luzardo)
Apure
MN-16.14
Sierra Marutaní
Bolívar
PN-30
General Cruz Carrillo (Páramo Guaramacal)
Portuguesa-Tujillo
MN-16.15
Cerro Venamo
Bolívar
PN-31
Dinira Lara
Portuguesa
MN-17
Pico Codazzi
Aragua
PN-32
Gral. Juan Pablo Peñaloza en los Páramos Batallón y La Negra Mérida
Figura 7: Representación de las áreas de protección con fines de uso potencial, elaborado por Zambrano-Martínez y Oliveira-Miranda 2010
Tabla Figura 7. Áreas de protección con fines de uso potencial
CÓDIGO
NOMBRE
UBICACIÓN GEOGRÁFICA
CÓDIGO
NOMBRE
UBICACIÓN GEOGRÁFICA
AB-1
Páramo Las Lajas
Táchira
ARDI-1
Valle de Quíbor
Lara
AB-2
Márgenes del Río Güere
Anzoátegui
ARDI-2
Piedemonte Andino (Guanare - Masparro)
Portuguesa-Barinas
AB-3
Ríos Arauca Güere
Anzoátegui
ARDI-3
Valle del Río Guarapiche
Monagas
AB-4
Achaguas
Apure
ARDI-4
Valle del Río Aroa
Falcón-Yaracuy-Lara
AB-5
El Yagual
Apure
ARDI-5
Valle de Atamo
Nueva Esparta
AB-6
Río Arichuna
Apure
RF-1
Isla Cubagua
Nueva Esparta
AB-7
San Fernando
Apure
RF-2
Turén
Portuguesa
AB-8
Barbacas Aragua
Guárico
RF-3
Ticoporo
Barinas
AB-9
La Danta
Barinas
RF-4
San Camilo
Apure
AB-10
Río Apure - Caparo
Barinas
RF-5
Caparo
Barinas
AB-11
Santo Domingo
Barinas
RF-6
Guarapiche
Monagas
AB-12
El Clavo
Barinas-Portuguesa
RF-7
Imataca
Bolívar-Delta Amacuro
AB-13
Piedemonte Portuguesa
Barinas-Portuguesa
RF-8
Sipapo
Amazonas
AB-14
Chivapure - Cuchivero
Bolívar
RF-9
El Caura
Bolívar
AB-15
El Chocó
Bolívar
RF-10
La Paragua
Bolívar
AB-16
San Francisco de la Paragua
Bolivar
RF-11
Río Tocuyo
Falcón-Yaracuy
AB-17
El Amparo
Cojedes
RNH-1
Río Icabarú
Bolívar
AB-18
El Baúl - Corralito
Cojedes
RNH-2
Valle de Quíbor
Lara
AB-19
Libertad
Cojedes
RNH-3
Piedemonte Andino(Guanare – Masparro)
Barinas-Portuguesa
AB-20
Pueblito Cojedes
Guárico
RNH-4
Burro Negro
Zulia
AB-21
Merejina
Delta Amacuro
RNH-5
Zona Sur del Lago de Maracaibo
Táchira-Zulia-Mérida
AB-22
Pedernales
Delta Amacuro
RNH-6
Distritos Maturín, Cedeño, Acosta, Piar
Monagas
AB-23
Río Los Remedios
Falcón
RNH-7
Río Pedregal
Falcón
AB-24
Río Maticora y Cocuiza
Falcón
RNH-8
Río Sanchón
Carabobo
AB-25
Río Tucurere
Falcón
RNH-9
Río Capravera
Anzoátegui
AB-26
Caño Caballo
Guárico
RNH-10
Distrito Páez del Estado Apure
Apure
AB-27
Márgenes del Río Guárico
Guárico
RNH-11
Páramo Las Lajas
Táchira
AB-28
Río Orituco
Guárico
RNH-12
Aguas Calientes
Táchira-Zulia
AB-29
Tiznados
Guárico
RNH-13
Cerro Machado - El Silencio
Táchira
AB-30
Nirgua - Aroa
Yaracuy-Lara
RNH-14
San Pedro del Río
Táchira
AB-31
Río Guanipa
Monagas
ZAA-1
Valle del Río Turbio
Lara
AB-32
Botucal
Portuguesa
ZAA-2
La Peribeca
Táchira
AB-33
Delgadito
Portuguesa
ZAA-3
Distrito Mara
Zulia
AB-34
Río Guanare Viejo
Portuguesa
ZAA-4
Depresión Turbio - Yaracuy
Lara-Yaracuy
AB-35
Río Aricuaisa
Zulia
ZAA-5
Barlovento
Miranda
AB-36
Río Tarra
Zulia
ZAA-6
Depresión de Quíbor
Lara
AB-37
Río Tucuco
Zulia
ZRCE-1
Embalse La Corcovada
Anzoátegui
AB-38
Santa Rosa
Zulia
ZRCE-2
Represa Botalón
Anzoátegui
AB-39
Cerro Machado - El Silencio
Táchira
ZP-1
Mitar Nakichenovich
Portuguesa
ACPT-1
Mesa de Guanipa
Anzoátegui-Monagas
ZP-2
Área Metropolitana de Caracas
Dtto. Capital-Miranda
ACPT-2
Acuífero de Calabozo
Guárico
ZP-3
Río Albarregas
Mérida
ACPT-3
Río Albarregas
Mérida
ZP-4
Cuenca de la Quebrada La Machiri
Táchira
ACPT-4
Cuenca del Lago de Valencia
Aragua-Carabobo
ZP-5
San Rafael de Guasar
Zulia
ACPT-5
Cuenca del Lago de Maracaibo
Zulia
ZP-6
Río Yacambú
Lara
ACPT-6
Páramo de Viriguaca
Mérida-Táchira
ZP-7
Macizo Montañoso Anzoátegui del Turimiquire
Monagas-Sucre
ACPT-7
Cuenca del Río Tuy
Aragua-Dtto. Capital-Miranda
ZP-8
Cuenca Alta y Media del Río Pao
Cojedes
APOP-1
Embalse del Río Morón
Carabobo
ZP-9
Cuenca Alta de los Ríos Maticora y Cocuiza
Falcón
APOP-2
Carretera San Cristóbal
Táchira
APRA-1
Península de la Cabrera
Carabobo
APRA-2
Ribera del Lago de Valencia
Carabobo
APRA-3
Vertiente Norte - Estado Vargas
Vargas
Tabla 1. Ejemplos de la diversidad de áreas protegidas en Venezuela (Figura 6 )
Áreas protegidas de conservación de biodiversidad
Parques Nacionales: áreas que destacan por su belleza escénica natural y/o por la presencia de flora y fauna de importancia nacional.
Refugios de Fauna Silvestre: zonas destinadas para la protección, conservación y propagación de animales silvestres, principalmente especies amenazadas residentes o migratorias.
Santuarios de Fauna Silvestre: zonas con alta concentración de animales inusuales o poco comunes, de interés para la recreación y el turismo.
Monumentos Naturales: regiones y objetos naturales de interés estético o de valor históricos o científico. Contienen formaciones geológicas extraordinarias y paisajes de singular belleza.
Reservas de Biosfera: áreas mixtas de conservación y manejo. A sus rasgos naturales de alto valor científico y biológico se suma la presencia de poblaciones locales caracterizadas por modos de vida compatibles con el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales.
Áreas protegidas de conservación y manejo de recursos naturales
Zonas Protectoras: 1. Área con un radio de 200 m, que incluye desde un manantial o el nacimiento de una corriente de agua. 2. Área con un ancho mínimo de 300 m en ambos lados y en paralelo a las filas de las montañas y a los bordes inclinados de las mesetas. 3. Área con un ancho mínimo de 60 m en ambas márgenes de los ríos navegables y de 25 m para los cursos no navegables permanentes o intermitentes.
Reservas Forestales: macizos boscosos indispensables para la industria maderera nacional.
Reservas de Fauna Silvestre: zonas para el desarrollo de programas de ordenación y manejo de poblaciones de animales silvestres, que aseguren su producción para la caza o contribuyan a cualquier otra forma de aprovechamiento.
Áreas de Manejo Integral de Recursos Naturales: 1. Zonas de Reserva para la Construcción de Presas y Embalses: áreas que se consideren idóneas para la construcción de presas y embalses. 2. Zonas de Aprovechamiento Agrícola: áreas que deben ser resguardadas para su explotación agrícola.
Áreas Rurales de Desarrollo Integrado: zonas sometidas a una estrategia de desarrollo agrario que combine la participación de las entidades públicas y la población rural organizada.
Áreas de Protección y Recuperación Ambiental: zonas que requieren de un plan de manejo para corregir procesos de degradación naturales o causados por humanos.
Reservas Nacionales Hidráulicas: territorios en los cuales yacen cuerpos de agua que requieran un régimen de administración especial.
Áreas de Protección de Obras Públicas: zonas de influencia de las construcciones públicas.
Áreas Críticas con Prioridad de Tratamiento: espacios que por sus condiciones ecológicas, requieren ser sometidas con carácter prioritario a un plan de manejo, ordenación y protección.
Áreas Boscosas: zonas de bosques altos, primarios o secundarios, que existen en el territorio nacional