Cita: Oliveira-Miranda, M.A., O. Huber, J.P. Rodríguez, F. Rojas-Suárez, R. De Oliveira-Miranda, S. Zambrano-Martínez & G. Giraldo-Hernández, (eds) (2010). Sabanas arbustivas y/o arboladas. Pp: 206-210. En: J.P. Rodríguez, F. Rojas- Suárez & D. Giraldo Hernández (eds.). Libro Rojo de los Ecosistemas Terrestres de Venezuela. Provita, Shell Venezuela, Lenovo (Venezuela). Caracas: Venezuela.
Vulnerable
Foto: Sabana arbolada sobre la formación Mesa, muy próxima al río Orinoco, estado Anzoátegui. Giuseppe Colonnello
Descripción
Las sabanas arbustivas y/o arboladas también se llaman sabanas de parque o sabanas de huerto (Foto 1
Foto 1: Sabana arbolada sobre la formación Mesa, muy próxima al río Orinoco, estado Anzoátegui. Giuseppe Colonnello
), denominaciones basadas en la fisionomía y formas de crecimiento predominantes, no en la composición florística. En Venezuela, estas formaciones vegetales forman parte de los paisajes llaneros, destacándose en medio de las sabanas herbáceas abiertas, las cuales pueden presentar arbustos y árboles aislados. Cuando las especies leñosas de porte y distribución variable superan 75% de la cobertura, se trata de sabanas arbustivas siempre y cuando el estrato superior esté constituido por arbustos que no superen los 80 cm de altura. Son sabanas arboladas aquellas cuyo estrato superior está constituido por árboles que llegan a 8 m. Eventualmente se encuentran formaciones intermedias con presencia de varios estratos, por lo cual son llamadas sabanas arbustivas y arboladas
Huber, O. (2007). Sabanas de los Llanos venezolanos. Pp. 73-86. En: R. Duno de Stefano, G. Aymard & O. Huber (eds.). Flora vascular de los Llanos de Venezuela. FUDENA, Fundación Empresas Polar, FIBV: Caracas. 738 pp.
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Los elementos leñosos arbustivos predominantes en estos ecosistemas son Curatella americana (chaparro) (Foto 1
Foto 1: Sabana arbolada sobre la formación Mesa, muy próxima al río Orinoco, estado Anzoátegui. Giuseppe Colonnello
), Bowdichia virgilioides (alcornoque) y Byrsonima crassifolia (manteco). Estas especies poseen adaptaciones fisiológicas y morfológicas que le permiten ser subsiempreverdes y realizar el período de floración en época de sequía. Otras especies arbustivas frecuentes y típicamente sabaneras son Cochlospermum vitifolium (botuto o carnaval), Roupala montana (carne asada) y Genipa americana (caruto), entre otras
Huber, O. (2007). Sabanas de los Llanos venezolanos. Pp. 73-86. En: R. Duno de Stefano, G. Aymard & O. Huber (eds.). Flora vascular de los Llanos de Venezuela. FUDENA, Fundación Empresas Polar, FIBV: Caracas. 738 pp.
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Las sabanas arboladas son mucho más reducidas en los llanos que las arbustivas. En el norte del estado Guárico se observan las sabanas con “matas”, islas arbóreas o bosquecillos muy característicos de entre 100 m y 200 m de diámetro rodeados de una matriz de sabana arbustiva con chaparro y manteco. En algunos casos las matas son reducidas (probablemente por causas antrópicas) a uno o pocos árboles grandes, casi siempre representados por Cassia moschata (cañafístolo), Enterolobium cyclocarpum (caro caro) o Copaifera officinalis (aceite)
Huber, O. (2007). Sabanas de los Llanos venezolanos. Pp. 73-86. En: R. Duno de Stefano, G. Aymard & O. Huber (eds.). Flora vascular de los Llanos de Venezuela. FUDENA, Fundación Empresas Polar, FIBV: Caracas. 738 pp.
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San José, J.J. & R.A. Montes (2007). Diversidad y conservación de las sabanas llaneras de Venezuela. Pp. 87-90. En: R. Duno de Stefano, G. Aymard & O. Huber (eds.). Flora vascular de los Llanos de Venezuela. FUDENA, Fundación Empresas Polar, FIBV: Caracas. 738 pp.
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. Otras sabanas arboladas muy características son las de Platycarpum orinocense (picatón) y Chaunochiton angustifolium (copito negro) en el estado Amazonas.
El paisaje llanero se caracteriza por la abundancia de palmas, entre las cuales algunas forman extensas colonias y representan tipos de sabanas “arboladas” muy típicas, a pesar de no ser árboles en el sentido botánico estricto. Especialmente tres especies de palmas son elementos florísticos imprescindibles en grandes extensiones de sabanas neotropicales: la palma moriche (Mauritia flexuosa) presente en muchas zonas húmedas como los morichales, especialmente en la mitad meridional de la Gran Sabana y en los bosques de galería que cruzan las sabanas llaneras y guayanesas; la palma llanera (Copernicia tectorum) (Foto 2
Foto 2: Sabana con palma llanera (Copernicia tectorum), esteros de Camaguán, estado Guárico. Sergio Zambrano-Martínez
), que forma extensos palmares en Guárico, en zonas con inundaciones temporales; y la palma corozo (Acrocomia aculeata) con su tallo fuertemente armado y que aparece solitaria o en pequeños grupos.
Al igual que las sabanas abiertas, las arbustivas y arboladas se encuentran en áreas con un clima biestacional, caracterizado por una temperatura media anual mayor a 24°C y un régimen pluviométrico que oscila entre 800 y 1.800 mm; las precipitaciones se distribuyen sobre dos períodos, uno lluvioso (“invierno”, entre mayo y noviembre) y otro seco (“verano”, entre diciembre y abril o mayo). Estas características hacen que predominen árboles de porte bajo o medio, perennifolios o brevideciduos, con hojas de tamaño medio escleromorfas, y con una sincronización de renovación foliar y reproducción en la época seca
Sarmiento, G. (1990). Las sabanas americanas. Aspectos de su biogeografía, ecología y utilización. Simposio organizado en Guanare, Venezuela, bajo el auspicio del Programa Década de los Trópicos (IUBS, MAB-UNESCO). Fundación Fondo Editorial Acta Científica Venezolana: Caracas. 332 pp.
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Huber, O. (2007). Sabanas de los Llanos venezolanos. Pp. 73-86. En: R. Duno de Stefano, G. Aymard & O. Huber (eds.). Flora vascular de los Llanos de Venezuela. FUDENA, Fundación Empresas Polar, FIBV: Caracas. 738 pp.
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Distribución
Las sabanas arbustivas y/o arboladas ocupan aproximadamente 88.334 km2, lo que equivale a 10% de la superficie de Venezuela (Figura 1).
Estos ecosistemas se encuentran principalmente asociados a las sabanas de banco en el estado Guárico (Tabla 1). También están presentes en Anzoátegui (Foto 3
Foto 3: Sabanas con chaparro (Curatella americana), estado Anzoátegui. César Molina
), Monagas y Delta Amacuro, con una extensión bastante continua en la vertiente sur de la cordillera de la Costa en Miranda, Aragua, Carabobo y Yaracuy (Tabla 1). Algunos remanentes aislados permanecen en Cojedes, Portuguesa y Apure
Ramia, M. (1993). Ecología de las sabanas del Estado Cojedes: Relaciones vegetación-suelo en sabanas secas. Fundación La Salle de Ciencias Naturales. Colección Cuadernos FLASA, Serie Ciencia y Tecnología N° 4. Caracas. 99 pp.
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Al sur del país las sabanas arbustivas y arboladas son especialmente extensas a lo largo del río Orinoco, donde se encuentran los chaparrales (sabanas con Curatella americana) más densos y mejor desarrollados de Venezuela (Figura 1). En la Gran Sabana meridional crecen los morichales sabaneros más extensos del país en las planicies aluviales del valle del río Kukenán (Foto 4
Foto 4: Sabana con morichal a 750 msnm, entre el río Kukenán y Santa Elena, estado Bolívar. Giuseppe Colonnello
). En Amazonas las sabanas arbustivas se encuentran en pequeñas manchas aisladas en la cuenca del río Ventuari, siendo el chaparro (Curatella americana) el elemento leñoso predominante; en la cuenca del río Manapiare se han encontrado sabanas arboladas de cerro dominadas por Mezia huberi, una Malpighiacea endémica de esta zona. En los alrededores de Puerto Ayacucho hasta el río Ventuari inferior se encuentran las sabanas arboladas con picatón (Platycarpum orinocense), árbol característico y emblemático de este ecosistema en el estado Amazonas.
Sabanas arbustivas y/o arboladas - Distribución en 2010, Huber y Oliveira-Miranda (2010)
Cambios en la distribución
Superficie estimada (km2) por estado:
(Tabla 1)
Estado
1988
2010
Diferencia
Amazonas
2,472
3,057
585
▲
Anzoátegui
8,129
5,794
-2,335
▼
Apure
900
879
-21
▼
Aragua
1,394
1,227
-167
▼
Barinas
9,533
56
-9,477
▼
Bolívar
49,083
41,579
-7,504
▼
Carabobo
826
329
-497
▼
Cojedes
6,003
3,700
-2,303
▼
Delta Amacuro
4,698
4,994
296
▲
Guárico
20,999
20,539
-460
▼
Miranda
14
86
72
▲
Monagas
6,292
4,295
-1,997
▼
Portuguesa
1,689
392
-1,297
▼
Sucre
0
840
840
▲
Táchira
9
0
-9
▼
Trujillo
44
0
-44
▼
Zulia
159
0
-159
▼
Total
112,244
87,767
-24,477
Superficie en 1988 (km2): 112,244 Superficie en 2010 (km2): 87,767 (Figuras 1a y 1b)
Disminución en el corto plazo (en distribución o en función ecológica)
Reducción observada, estimada, inferida, proyectada o sospechada en su distribución pasada o futura, en un intervalo de 50 años, que incluye el pasado y el futuro: CR ≥ 80%, EN ≥ 50%, VU ≥ 30%
Disminución en el corto plazo (en distribución o en función ecológica)
Reducción o posible reducción en su función ecológica, en al menos un proceso ecológico fundamental (en relación con un estado de referencia apropiado para el ecosistema): CR - muy severa, en ≥80% de su distribución durante los últimos o próximos 50 años, EN - muy severa, en ≥50% de su distribución durante los últimos o próximos 50 años, EN - severa, en ≥80% de su distribución durante los últimos o próximos 50 años, VU - muy severa, en ≥30% de su distribución durante los últimos o próximos 50 años, VU - severa, en ≥50% de su distribución durante los últimos o próximos 50 años, VU - moderadamente severa, en ≥80% de su distribución durante los últimos o próximos 50 años
Distribución actual pequeña y en disminución o en muy pocas localidades (en distribución o en función ecológica)
Área de ocupación estimada en ≤ 10 km² (CR), ≤ 500 km² (EN), o ≤ 2.000 km² (VU) con reducción persistente o severa observada, estimada, inferida o sospechada en distribución o en al menos un proceso ecológico fundamental; o una restricción del ecosistema a una localidad (CR), 5 o menos localidades (EN), o 10 o menos localidades (VU)